La gran mayoría de las personas ignoran como usar el poder de la seducción en la práctica diaria; son muy pocos los que descubren este poder como herramienta vital para el éxito. Todos tenemos el poder de seducir, solo hay que sacarlo. Si lo aprendemos a usar de pequeños es más fácil luego; de todas formas nunca es tarde para sacarlo a relucir, porque lo llevamos dentro.
Hay demasiadas connotaciones equivocadas alrededor de este concepto, porque la seducción ha sido mayormente asociada a la sexualidad, de manera negativa. Típicamente se asocia con algo amoral, porque se la considera una forma menos honesta, o aceptable de influenciar a la gente. Quienes son fácilmente seducidos, sienten en algún punto que son manipulados. La seducción tiene que ver con quienes somos y como la usamos, y con qué propósito la usamos. Se trata de un poder escondido, que poco conocemos, y casi no utilizamos. La seducción habla de encanto, conexión, vulnerabilidad y orgullo, confianza en uno mismo y atractivo.
Si pudiéramos describir la seducción en una formula, ¿Cómo se compondría?
1: Deseo: Significa saber que queremos y luego tener la voluntad de ir tras ello. Debemos observar que le falta a la persona que queremos seducir, para luego dárselo, y cuando se hace correctamente es casi imposible decir que NO.
2: Confianza: sin ella no podemos ir tras lo que queremos. Nuestro auto concepto e imagen de nuestra persona se forma a temprana edad y nuestro entorno tiene una profunda influencia.Es muy importante elogiar a nuestros hijos de pequeños para hacerlos sentir seguros de sus cuerpos, porque esto desarrolla una habilidad importante para la vida. Cada niño se sentirá apreciado según la autopercepción que formara basándose en el entorno. Según el grado de amor y aceptación de los padres, los niños crecerán sintiendo orgullo interno y seguridad en sí mismos, sin importar que tipo de cuerpo o forma tengan, y este tipo de seguridad en uno mismo, es el que más adelante definirá todas las áreas de la vida y el éxito que tendremos.
3: Lenguaje corporal: es muy importante porque comunica a la otra persona lo que quieres de ella. Esto incluye, El tono de la voz, el tipo de mirada, lo que dices y como lo dices al comunicarte.
4: Incitación: despierta en el otro el deseo de darte lo que necesitas, pero primero debes conectar e interactuar con la otra persona. Sino, ¿Cómo llegaras a su corazón? Y para conseguir esto, debes prestarle toda tu atención al otro, en todo momento. Teniendo buena confianza en uno, uno puede ir tras lo que quiere, sin temer a las consecuencias de salir lastimado o ser rechazado.
El no tener miedo al fracaso, es una herramienta muy poderosa que poseen las personas seductoras, y pueden hacerlo porque desarrollaron la intuición necesaria como para saber interpretar al otro. Todos tenemos el poder de seducir dentro de nosotros. El truco está en aprender cómo y cuándo usarlo. Lo interesante es saber usarla y juntar todos los elementos mencionados para establecer la conexión que nos lleva a lo que queremos conseguir. No es una ciencia, sino un arte, y esa es la gracia que tiene porque viene del corazón, y como todo arte, puede aprenderse, pero para expresarte plenamente en él, debemos dominarlo y hacerlo nuestro, primero. Es una valiosa habilidad de vida. La seducción lleva a la autoestima, y la autoconfianza lleva al éxito en todas las áreas. Si dominas la seducción, podrás tener todo lo que quieras en la vida.